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NOTA INFORMATIVA:

CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE LA MUERTE DE JOSELITO EL GALLO, HE PUBLICADO UN LIBRO EN EL QUE SE RECOGEN TODAS SUS ACTUACIONES EN LA PLAZA VIEJA DE MADRID, VISTAS POR LA PRENSA.

PODÉIS ENCONTRAR MÁS INFORMACIÓN DEL MISMO, ASÍ COMO ADQUIRIRLO, EN EL SIGUIENTE LINK : https://joselitoenmadrid.com/


Este Blog nace como un homenaje a todos aquellos que, a lo largo de la Historia del Toreo, arriesgaron y en muchos casos entregaron sus vidas, tratando de dominar a la Fiera.

AYUDADOS, KIKIRIKÍS, ESTATUARIOS, MANOLETINAS, PASES POR ALTO Y PASES DE PECHO





Comencemos con los comentarios de Cossío referentes al pase ayudado:

"La intervención de los dos brazos tiene importancia y repercusión en la caracterización de la suerte. Capitalmente no podrá el diestro citar nunca al toro de frente, como lo cita en el pase natural.....Tal circunstancia resta riesgo e interés al pase, pero le da facilidad, que se ha traducido en hacerlo apto para el mayor adorno...........No puede precisar la fecha de su  introducción, ni el torero que empezó a practicarlo. Don Aurelio Ramírez Bernal atribuye a Manuel Domínguez la invención de un pase que puede ser el germen de esta dilatada familia.......Yo sospecho que toreros de escuela sevillana, como Cúchares o El Gordito, debieron darlo........Al ayudado por alto, cuyo mejor especialista fue Rafael el Gallo, se le llamaba al principio pase del celeste imperio, sin que sepa la razón de tal denominación...........Cuando el toro viene arrancado y no se corren las manos, sino simplemente se levanta verticalmente la muleta y pasa la res bajo el engaño, sucede una variante del ayudado por alto, que algunos han llamado pase de la muerte. Creo que fue su introductor Manuel Mejías Rapela, Bienvenida, y es aún frecuente iniciar las faenas con él"


El escritor peruano Luis F. Odría, en su libro El arte del toreo y los secretos de la lidia, escribe:


Cúchares, aprovechando su perspicacia técnica ideo el “pase ayudado”, empleando las dos manos simultáneamente, y años después Rafael Guerra “Guerrita”, convirtió en rutinario ese muletazo para la iniciación del trasteo, siendo ahora casi imprescindible como prólogo de las faenas. En ese pase, están incluidas la colocación y posturas clásicas, que concisamente se designan con la frase: “dejarse ver del toro” en los momentos del cite………………Tiempos después, Rafael Gómez “El Gallo”, fue el continuador de esa práctica, y entonces los escritores taurinos criticaron ese muletazo con la frase: “el pase del celeste imperio”, indicando con esta ironía, que era propio para embaucar a los chinos, ignorantes en cuestiones de tauromaquia. Rafael “El Gallo”, quiso tomar el pelo a los aficionados y éstos lo enviaron a que lo hiciera con los chinos, que también usan coleta”

Y más adelante, en el mismo libro, comenta:


“El “pase ayudado”, lo hemos definido como mixto o híbrido, porque al intervenir los dos brazos del diestro en su ejecución, no le son aplicables los fundamentos que me han servido para diferenciar “naturales” y “cambiados”…………Se iniciaba con un pase cambiado con la izquierda, ayudándose con el estoque; corría el engaño como en un pase normal, y al ir a rematarle, lo sacaba por encima de la cabeza del toro. Tenía pues su ejecución, parte de la que se llama redondo por delante y remate de pase por alto…………El pase “ayudado por alto”, se verifica así: Todo el toro pasa por delante del diestro, erguido y parado, obedeciendo a la muleta conducida por las dos manos, desde la cabeza del toro hasta la cola, sobre todo el lomo de la res. A este pase, se le llamó del celeste imperio……………Cuando el toro viene muy arrancado y no se corren las manos, sino simplemente se levanta verticalmente la muleta y pasa la res bajo el engaño, sin más mando que el de la dirección de su viaje, sucede una variante del ayudado por alto, al que se denomina pase de la muerte
Rafael Guerra Guerrita, en su Tauromaquia, describe así el pase ayudado por alto:

"Desplegada la muleta ante la cara de la res y sujeta en su parte inferior con la punta del estoque.....el espada, apoyado con fuerza sobre la pierna que deba adelantar, eleva el trapo mientras el toro pasa por debajo......"

Robert Ryan en su libro El Tercio de Muerte escribe:

 "El recurso de ayudarse con el estoque para ampliar el vuelo de la muleta al trastear con la izquierda, como en el pase ayudado de pecho, lo adoptó lucidamente Cúchares al toreo por delante y al toreo de castigo y probablemente, como complemento del ayudado de pecho, al pase natural por alto.........................El pase ayudado por alto, de gran efecto en faenas de Guerrita y Antonio Fuentes, llegó a una perfección de línea en la estética de Rafael el Gallo, quien dejaba llegar los toros con un ímpetu terrible a su muleta, que de pronto desaparecía de la vista del toro: la muleta de pronto detrás, en el aire, la testa del toro en su búsqueda, corneando la atmósfera de la suerte.................Este pase ayudado por alto, bellamente parado por Rafael el Gallo, los pies levemente separados, la suerte cargada, mecida, hacia el toro, fue bautizado por Don Modesto el pase del Celeste Imperio, no en misterio a su atractivo por juzgarlo un cuento chino: un pase de efecto, no de eficacia. ´Mas de armonía auténtica en la plástica de Gaona"

El pase ayudado por alto, ejecutado como un pase mecido, entero de cuerpo, más, esencialmente, un pase de cintura y brazos, es integral a la ejecución belmontina y es, en las manos de Juan, un pase recreado a la vez que templado. En el pase ayudado por alto, Belmonte puso hondura, al bajar la muleta a la lenta tardanza que obliga al toro a alterar su trayectoria a lo largo de la suerte; y es la hondura la que altera la dimensión del pase, elevándolo en forma y jerarquía a una calidad parecida a la del pase obligado de pecho"

En el pase ayudado por alto, nombres ahondados a lo Belmonte: Cayetano Ordóñez, Niño de la Palma, Francisco Vega de los Reyes, Gitanillo de Triana, Jesús Solórzano, Victoriano de la Serna, Fernando Domínguez, el Andaluz, Antonio Ordóñez, Rafael de Paula"

"Este mismo pase ayudado por alto, ejecutado de perfil y a pies juntos, dio lugar al llamado pase de la muerte, del que fueron grandes especialistas Rafael el Gallo, Granero, y Gitanillo de Triana..............También fue el pase de la suerte negra de Manuel Mejías Bienvenida, el Papa Negro, de grana y oro,................la tarde madrileña de sus seis toros de Trespalacios, el año de 1910"  

En el pase de la muerte: la quietud cicatrizada de Luis Freg; el ángel de Chicuelo, su costado, su espalda; la talla de Montañes............la belleza dolorida de Cagancho: dolor gitano, dolor negro y oro; Manolete, todas las tardes de su faena única"
















Robert Ryan, en su libro El Tercio de muerte, escribe:

"Del pase ayudado por bajo, Rafael el Gallo compuso una estética del castigo rodilla en tierra; un castigo iniciado de pie, garboso, casi delicadamente hincado en el momento de cargar la suerte, acentuando el castigo hacia abajo................los brazos del torero marcando la suerte cuyo eje es la rodilla no hincada.............mientras la espalda del torero guarda su verticalidad, sus hombros un equilibrio, propios de un toreo sin esfuerzo"

En el pase ayudado por bajo, Joselito el Gallo halló la base de su dominio, su estampa más expresiva, en gracia de un poderío llevado hasta el precipicio de la estética, castigando con suavidad: el pase ayudado, de pie, los pies en punta, rodilla inclinada hacia el centro de la suerte, junco y brazos desarrollados en ejercicio de una sensación de doma escarlata"

"El pase ayudado por bajo: Belmonte, donde el temple rompe; Victoriano de la Serna, donde el estilo castiga; Manolo Bienvenida, donde la juventud obliga; Antonio Bienvenida, donde la madurez....."

"El pase ayudado a media altura, ejecutado hacia la izquierda: contrapunto a dos manos del natural con la derecha, los dos pases ligados, la muleta de mano en mano, el estoque sin salir de su vuelo: Juan Belmonte"

En los Cuadernos Taurinos de la Diputación Provincial de Valencia podemos leer:

"Los ayudados son aquellos muletazos en los que la tela cuenta con la ayuda de la espada para desplegarse en mayor extensión. Pueden ser a una mano -la derecha- o a dos manos, tanto por arriba como por abajo y alternativamente por uno u otro pitón. Cuando se dan por alto, a dos manos, y cargando la suerte pueden alcanzar gran belleza............Cuando se rematan por abajo tienen más mérito. Se practican en los comienzos de la faena para dominar las primeras embestidas de los toros y a la vez comprobar la calidad de la embestida por los dos pitones. Se procura no recortarles el viaje, sino al contrario, llevarles lo más lejos posible para enseñarles a embestir.........El torero, en su ejecución, suele flexionar las rodillas para darle mayor extensión"

Juan Pedro Domecq, en su libro Del toreo a la bravura, escribe:

"Es en este tipo de pases donde la fantasía, la estética y la capacidad del toro para incurvarse en su afán de perseguir la muleta ha llegado hoy a cotas nunca pensadas.......................En todo este conjunto de pases, podemos admirar la extraordinaria belleza plástica y la embestida entregada y por abajo del toro, que solo está pendiente de seguir los engaños para alcanzar el vuelo de la muleta..................Vemos como el toreo moderno se comienza a torear con los brazos (anteriormente se había hecho fundamentalmente con las piernas), para a continuación utilizar las muñecas y terminar toreando también con los dedos de la mano; esta progresión es la que ha traído el secreto del temple que hoy en día inunda el toreo"


El gran aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, escribe:

"Más pases son los de tanteo, y, para quebrantar, los ayudados por los dos lados y por bajo que Ortega (Domingo) dió en forma inimitable; el cambiado por bajo que daba el mismo Ortega cuando, para cerrarlo, obligaba al toro a seguirlo, y, conseguido su objeto, ejecutaba un pase echándoselo por delante en una postura gallarda"

El maestro Rafael Ortega, en su libro El toreo puro, escribe:

"Otro pase importante con la izquierda es el ayudado por bajo. Para que resulte eficaz y bonito hay que darlo despacio, sin pegar trallazos, y evitando que el toro te enganche la muleta. Así, es conveniente darlo a la mitad de la faena o, aún mejor, al final, como pase de castigo para afirmar el dominio y cuadrar al toro"




El toreo ¿baja o sube?
Aún recuerdo una faena
-ayudados en cadena-
de Juan Belmonte a un murube.
Y fue verdad. Y yo estuve.
Suerte la mía, chiquilla.
Bilbao. El murube humilla.
Ay, qué pasión, qué tensión.
Qué hongo y largo y lento son
al doblar por la rodilla.

Gerardo Diego. Ayudados por bajo. Del libro La suerte o la muerte.









En la página de internet de nombre Blanco y Oro leemos el siguiente comentario referente al Kikirikí:


"Se le adjudica la invención a Joselito "El Gallo"(de ahí su nombre). Es un adorno que se ejecuta a la altura de la cintura. El torero, garbosamente, retira la muleta en el momento de intentar cogerla el toro para colocarla delante del otro ojo.
Los brazos y codos se pegan y despegan al tiempo que con suaves toques, torea al animal. Siempre se ejecuta con los pies juntos y se finaliza de puntillas. Es un pase de final de faena.

Es un pase, donde la muleta se sujeta con dos manos, que se ejecuta a la altura de cintura, llevando los codos doblados a la altura de los hombros y rematando la suerte en la cara del toro retirando la muleta tan pronto como intenta cogerla para volvérsela a poner delante del otro ojo.

El Kikiriki es como un ayudado, pero el torero debe llevar los codos a la altura de la cintura. Cogiendo la muleta con la mano izquierda y la espada en la derecha, retira la muleta tan pronto como el toro intenta cogerla, para colocársela delante del otro ojo.
El nombre se le atribuye a Alejandro Pérez Lugín, Don Pío, que, al vérsele hacer una tarde a “Gallito, no dudó en llamarle así, bien por venir de quien venía, “Gallito”, bien por la postura del torero, con su lento giro de brazos, que asemejaba al de un gallo"


Robert Ryan, en su libro El Tercio de muerte, escribe:

"El pase del kikirikí, tan personal a Joselito el Gallo, eleva el castigo del pase ayudado a una altura natural a la gracia......................El acento del kikirikí empina el pase ayudado, lo mismo que en la verónica perfilada a pies juntos: empina la suerte en acento de una gracia alzada de codos: los codos de Joselito que expresan el íntimo encanto, el goce, el placer, de la maestría que juega"

El aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, escribe:

"El pase de Joselito, ayudado por delante del pecho, o kikirikí, como lo bautizó Don Pío, es también muy bonito y vistoso, como el afarolado cuando se ve al toro seguir los vuelos de la muleta"



César Jalón, en su libro Memorias de Clarito, escribe:

"Joselito resucita la larga cordobesa y el galleo y atempera su capote al ritmo belmontino, alzando los codos en los lances progenitores de su pase del ki-ki-ri-ki, calificado así por Don Pío a raíz de aquella faena al santacoloma toda ella trabada de ese nuevo pase ayudado, cuéntase que "en razón a su semejanza en la ahueca postura del busto y el lento giro de los brazos al ahuecamiento de las alas de un gallo". Aunque más probablemente, Don Pío se fundó en el apodo de la dinastía de su predilección"









Es el pase de la muerte
y la estatua de perfil.
Todo -la muerte o la suerte-
pende de un hilo sutil.
Porque el honor de una roca
ata los pies y provoca
a clavarse, eje absoluto.
Y la muleta resbala
su roja enigma de ala
sobre la sierra de luto.

Pase de la muerte
Del libro La suerte o la muerte, de Gerardo Diego


El escritor peruano Luis F. Odría, en su libro El arte del toreo y los secretos de la lidia, escribe:


“El “parón” o “estatuario”, no entra en las normas clásicas del toreo, porque es un pase sin mando, sin dominio, sin eficacia y sin riesgo que toma el toro a su paso camino de cualquier parte…………El “pase estatuario” es una degradación del antiguo “ayudado por alto” a dos manos inventado por “Desperdicios” y llevado a su perfección por Rafael “El Gallo” con el nombre de Celeste Imperio, que degeneró después en “pase de la muerte” son correr las manos y perdiendo riesgo, porque ni el toro iba toreado ni el torero cargaba la suerte echando el pie adelante. De ahí pasó al “estatuario” de “Manolete”…………..Lo llamamos “estatuario” por la quietud y rigidez, como las estatuas”



Robert Ryan, al referirse a los estatuarios en su libro El Tercio de Muerte comenta:

"El pase estatuario es en todo un pase de la muerte, salvo en la mirada del torero que sigue la embestida del toro con un leve movimiento de cabeza; y en los brazos del toro, que aportan al pase un dejo cuán leve, cuán templado"

En los Cuadernos Taurinos de la Diputación Provincial de Valencia podemos leer:

"Cuando los ayudados se realizan por alto y con los pies juntos se les denomina estatuarios............En principio este muletazo no tiene otra técnica ni mérito que quedarse quieto y levantar el engaño para que pase el toro, pero resulta altamente espectacular. Han sido muchos los diestros que lo incorporaron con gran frecuencia a sus faenas, como el propio Manolete, Chamaco, Litri........"










El propio Victoriano de la Serna, escribió en la revista El Ruedo del 9 de noviembre de 1950, este comentario respecto al pase que luego se llamaría manoletina:

"Hace más de diecisiete años yo daba un pase de frente por detrás, pasándome el toro por delante, y luego giraba, peinándole el lomo al toro, que al revolverse quedaba frenta a mí nuevamente..............Todo esto, con arte e inspiración, que es cuando solamente resultan las cosas importantes. El inventor de esto que llaman ahora manoletina, creo yo que debió ser (el torero cómico) Llapisera, que, dicho sea de paso, ha sido un gran artista en su género. A mí me ocurre con este ase un poco de lo que le sucedía al descubridor de la dinamita: es tal la repulsa que me produce, que me gustaría instituir un premio para el toreo que al final de la temporada no hubiera dado ninguno. Pues lo que puede pasar como adorno accidental -como adorno y como juego lo hizo Manolete- es inadmisible como base de una faena"

Añade Victoriano de la Serna que "como adorno y no como base de faena" la primera vez que hizo la suerte que luego se conoció como manoletina fue en Valencia, y luego en México en 1933.

La mayoriá de los críticos de la época hablaron bastante mal de la manoletina. Joaquín Ruiz Pérez, en La hora de la verdad, escribió lo siguiente:

"La manoletina, que podríamos llamar también el pase de moda, es el más antiestético, fácil e ineficaz de todos los lances del toreo.................En este lance no se manda ni se torea, y desde luego no se domina ni se consegui ningún efecto"

No menos crítico con la manoletina fue el periodsta y escritor Julio de Urrutia:

"La manoletina no es un adorno. El adorno en el toreo surge espontáneamente y sencillo como consecuencia a la inspiración instantánea del artista..................La manoletina necesita una preparación lenta y siempre parsimoniosa.............Y tampoco es un pase, porque en su ejecución ni se templa ni se manda, perdiendo el matador la cara del toro, lo cual está reñido con las normas más elementales del torero"


En la página web llamada Portal Taurino, encontramos la siguiente explicación sobre una variedad de los ayudados por alto llamada manoletina:

"La giraldillamanoletina se ejecuta frontal al toro y a pies juntos. Es un pase de adorno. El torero debe llevar la muleta detrás de su cuerpo con la mano derecha  y pasarla por encima de la cabeza del animal hasta barrer totalmente su lomo, de principio a fin, momento en el que girará sobre sus propios pies y quedará otra vez frente al toro para ligarle otro pase exacto. Manolete fue un virtuoso e innovador de esta suerte que repitió con frecuencia para finalizar sus faenas. Desde entonces, al pase así dado se le llama manoletina"

En los Cuadernos Taurinos de la Diputación de Valencia se puede leer:

"Las manoletinas y giraldillas son prácticamente lo mismo y entran en el grupo de los ayudados. El toreo se coloca de frente al toro y le muestra la muleta por el lado derecho. Cuando acude el toro basta correr un poco la mano y dejar pasar el toro por abajo de la muleta que le barrerá los lomos. Si el diestro mantiene la muleta sujeta por la espalda con la mano izquierda, es cuando se la llama manoletina. Los tratadistas aseguran que antes de Manolete la practicaron La Serna y Ortega, y que incluso con anterioridad formaba parte del torero bufo........Mondeño les dió un aires muy personal y estoico y su cite era de perfil en lugar de frente......Litri la ejecutó con frecuencia con la variante de mirar al tendido"

Robert Ryan, en su libro El Tercio de muerte, escribe:

"Es llamativo que un espada como Manolete, cuya tauromaquia se perfila contraria a la de Domingo Ortega, haya convertido en manoletina la orteguina; que los exponentes de dos conceptos antagónicos del toreo, dos conceptos profundamente razonados, hayan coincidido tan estrechamente en los intrascendental................Mas no es extraño: Ortega y Manolete comparten una austeridad yerma a la hora de adornar la faena, de improvisar una gracia, y echan mano de este desperdicio de dos ilustres acaudalados en fantasía (Pepe Ortiz y Victoriano de la Serna)..............Manolete y Ortega adaptan el toreo a un modo personal, creando cada uno una técnica, que conduce a una faena prototipo, y su faena cada uno la impone a casi todos los toros; razonan hasta el adorno: el adorno como recurso"


El gran aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, se muestra bastante crítico con este pase:

"..............la manoletina, que no ha inventado Manolete, pues la dió antes La Serna (Victoriano), y que no hacía falta haber inventado, ya que es un pase sin más objeto que lucirse sin torear y sin exponer nada"

"............El otro es la "impresionante" manoletina -ya dije que la inventó La Serna-, puesta de moda por Manolete. Colocada la muleta a la espalda y asida por ambas manos, se pasa sobre el bicho -ya agotado- todas las veces que se quiera; se añade el mirar a los tendidos como ignorando al toro y quitándole importancia, y todos tan contentos. Es decir, todos no. A muchos y a mí nos enferma semejante tontería.......................La creí ya arrinconada; pero sigue usándose y abusándose, con abucheo de la afición muchas veces"







Según el criterio de Cossío, los pases por alto, puesto que se da salida al toro por el lado natural o normal, habría que considerarlos una variedad de los pases naturales. Según el criterio de otros tratadistas, puesto que el torero se ayuda de la espada para desplegar la muleta en toda su extensión, hay que incluirlos entre los pases ayudados, y este es el criterio que he escogido.

Robert Ryan en su libro El Tercio de Muerte comenta:

"Pasar por alto, en el toreo antiguo, era un alivio para el torero, a quien aportaba un espacio libre para irse, hasta que Lagartijo lo ocupó para posar el empaque, la estética parada, del toreo moderno................En la línea de Lagartijo, al pasar por alto el torero dibujaba en vertical su mejor estampa, llenando de estética, de plástica, el momento poco profundo que componía en el siglo XIX el pase natural en unión con el de pecho...................En el pase alto engendrado como el natural creyó Guerrita componer un cuadro más airoso y elegante: un pase natural parado, sin mando, dejando que el toro pase................o que el diestro creara el suyo, expresivamente bello, a lo Fuentes o a lo Cocherito de Bilbao; o seco, austeramente madrileño como el pase natural enaltecido valientemente por Vicente Pastor"

"El pase natural por alto con la mano derecha, ya en la época de Lagartijo se vio convertido en un pase de telón, sin juego de brazo alguno salvo el brevísimo de alzar la muleta; el telonazo que abrió y cerró tantas faenas del gran Rafael (el Gallo) y de Frascuelo"

"Los pases por alto de elaboración sevillana desde Cúchares, componen un torero de porcelana, momentos frágiles, de adorno, que llegaron a su apogeo en la figura quebradiza, menuda, exquisita, de artistas como Rafael el Gallo y Chicuelo"

"Pasar por alto suele ser una gracia que perdona al toro el castigo inherente al pase por bajo. Se pasa por alto al toro que por bajo se resiste o resiente, ya que el pase alto ni requiere ni resta fuerza al toro cuando es ejecutado con suavidad, con mimo, cuidando de no quebrar la trayectoria natural........Se pasa por alto, también, al iniciar la faena, para ver al toro, para medir la fuerza y la trayectoria de su embestida: el pase ayudado, casi telonazo, dejando que el toro pase, como hacía Manolete, inspirado en Guerrita y en Chicuelo, dejando que el toro se defina...................Se pasa por alto con suavidad al toro que lleva la cabeza excesivamente baja, con intención de que la alce para entrarle a matar; y se hace derrotar por alto, bruscamente, al toro que no baja la testa, a que tire cornadas por alto, a que se canse y desengañe y humille, como aconseja Bombita"

"Lo más difícil al pasar por alto es ahondar la suerte, ahondarse el torero, llevar el pase a la profundidad antes de llegar con el toro al desahogo del remate, como supo hacer Belmonte y después muy pocos, rompiendo con el alma aquellos cromos de Lagartijo"

















El grandísimo mérito del verdadero pase de pecho está en que el toro obliga al matador a (ejecutarlo) sin darle tiempo a enmendarse............verificando el embroque muy sobre corto"

                                                                                                                            Antonio Peña y Goñi

 Robert Ryan, en su libro El Tercio de muerte, escribe:

"El pase de pecho es el dorso embestido del pase natural: es el dorso embestido de la mano de la muleta..................El pase de pecho, aunque ejecutado con el dorso de la mano, lo cual cambia el sentido natural del pase, al ser obligado pertenece aún a la naturaleza clásica de la suerte de muleta. Así, el pase obligado de pecho, el único de pecho que definen las Tauromaquias se menciona siempre junto con el pase natural, como caso brotando del mismo.................El clásico pase de pecho aquel integral a la faena belmontina: el obligado, fluido del pase natural.................En el pase obligado, o forzado de pecho, la muleta guía la embestida en línea recta cuando el fin es despedir al toro; o lleva al toro en línea curva, hacia el hombro contrario del torero, cuando se pretende quedarse con el toro o ligar el pase con otra suerte............En línea recta o curva, el obligado pase de pecho es un pase ejecutado por bajo, rematado por alto, barriendo la muleta la arena desde el cite a la reunión, hasta despegarse un tanto el vuelo.............perdiéndose de vista al rojo que termina peinándole los lomos al toro..............El peinarle los lomos al toro es elemental en la ejecución clásica del pase de pecho, lo mismo que en el pase natural cuando es rematado por alto, ya que afirma la verdad completa de la trayectoria"

"El pase preparado de pecho es aquel no obligado por el toro: aquel separado del pase natural por una pausa en la embestida, por una pausa más buscada o creada que accidental; o es aquel de pecho engendrado solo, sin pase previo...................La preparación del pase, según el juicio de severos tratadistas decimonónicos, trajo la corrupción de la suerte, la mistificación que convertía el pase en un de pecho de mentira"

"Otra variación, o mistificación, del auténtico pase de pecho, es otro pase preparado, según la tradición, por Cúchares: el pase ayudado de pecho, en el cual el diestro emboza el estoque en la muleta, agrandando ésta...............También se considera este pase característico del sevillano Antonio de los Santos, espada formado en la cuadrilla de Josef Illo, de quién fue discípulo predilecto......................Del pase ayudado de pecho provienen los otros pases ayudados que han llegado a ser clásicos, fundamentales en la faena moderna"

El gran aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, escribe:

"El de pecho, por contra, es un pase serio, y, con el natural, la clave de las faenas; ha mejorado mucho en relación con otras épocas, y se da en dos tiempos: trayéndose al toro muy ceñido al cuerpo, y luego alzando la mano para sacarlo por el lomo todo lo largo que se puede. Pepe Luis Vázquez, Aparicio y algún otro los dan perfectos y hasta en serie, aunque no es ésta su misión, pues es pase complemento del natural para volver el toro a su sitio, bien es forzado en ocasiones si a ello se ve obligado el diestro, o bien es de tanteo si después se va a intentar la suerte de recibir con la espada"




Entre un temporal deshecho
la gruesa nave embestía.
Al pasar por el estrecho
la plaza se estremecía.
Tú erguido. firme, derecho,
faro en tu roca vigía,
larga el brazo, álzale al techo,
rompa la espuma bravía.
Y allá va el peso de pecho.
Fue la noche y ya es el día.

                 Gerardo Diego. Pase de pecho. Del libro La suerte o la muerte





César Jalón, en su libro Grandezas y miserias del toreo, escribe:
"En tiempos no remotos los toreros de poco repertorio con la muleta, los "poco toreros", buscaban su desquite en el pase de pecho y en la suerte de matar. Mazzantini -y eso que banderilleaba al cuarteo fácilmente "por los dos lados"- y Frascuelo mantuvieron con eso su jerarquía. Y es que hay dos caminos que desembocan forzosamente -forzadamente- en el pase de pecho: el toreo al natural y la llamada suerte suprema, cuando estos dos caminos se andan bien: con apretura y a conciencia...............La simple "ida" de un pase natural, tiene como "vuelta" el pase de pecho. Y en la suerte de matar, el momento de embeber, con la mano izquierda, en la muleta al toro, mientras la derecha "va hiriendo", y el de vaciarlo (despedirlo de la suerte) en ese segundo interminable de "cruzar", vale por más de medio pase de pecho................Imponen siempre ese pase y ese medio pase un compromiso que los "muy toreros" no aceptan: el de perder de vista la cara del toro por un cuarto de segundo......................Si en ese cuarto de segundo el toro duda o se arrepiente de su viaje, no hay solución por que, perdido de vista, no cabe la enmienda.....................los "poco toreros" hallaban en esos trances el desquite mejor, la única coyuntura de hacer lo que los "ases" de la muleta no hacían"